sábado, 19 de septiembre de 2009

De Benetnasch Eta

Soy tu Orfeo de la Lira
con su venganza y dolor
y tu Mime, triste
de carmesí resplandor

En esta última romanza nocturna
oirás cómo gime
un alma que cumple pena
en el Tártaro de dios

Y todas las criaturas de la tierra
dormirán
al compás de mi serenata
y la dolorosa melodía de mi canto

En la tierra se desatará
la última gran masacre
se ocultarán bajo un tapete,
los cubrirán con un manto.
Las aves no volarán ni besarán el cielo
y las rosas blancas
se marchitarán de espanto
pues no habrá más semillas que germinar
no habrá más fruto sobre el mundo
que se pudiera cosechar.

Las virginales rosas blancas
– hijas de la tierra –
son la pena que los hombres

han de pagar por mi amargo canto.

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