Se oye un Violín Romance,
se respira el austriaco oxígeno
del aire, nos alimenta
una germánica ira…
junto con el piano y las cuerdas
y entre el oscuro café de tu taza
y mi azabache despeinado
,con miradas de dulce
y mi moka descafeinado,
se produce una rebeldía,
se produce un alarido.
Y es mi cuerpo que arde
es mi alma que grita
son mis ojos que abaten
tu frágil entrepierna
pequeña muchacha,
moza exquisita.
Es eterno el sentimiento
y malvivido el placer
por ser carnal y pavoroso
es sabroso y prohibido
… no se extingue, ni controla
Es el sexo jugoso
entre amantes inhibidos.
Son jinetes que recorren
al compás de mi cabeza
la sabana ardiente
de tu espalda desnuda.
Los cascos se detienen
en tus fondillos eternos
se mantienen mis caballos
esperando el alarido
de un demonio, de un
fornico culpable
de un deseable espasmo
de un furioso y malhechor
– por robado e infiel –
orgasmo.
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